martes, 27 de enero de 2009

Paradigmas - Parte 1 - Cómo ver el futuro de los negocios.

Thomas Kuhn fue un destacado epistemólogo que revolucionó el concepto del avance científico y de la historia de la ciencia con su libro "The structure of scientific revolutions", "La estructura de las revoluciones científicas". En este libro, establece lo que denominamos los "Paradigmas" y hace una separación entre ciencia "normal" y ciencia "extraordinaria".
La ciencia normal es aquella que está basada en las leyes y reglas conocidas y aceptadas temporalmente por los científicos, y la ciencia extraordinaria es en pocas palabras aquella que se sitúa en el momento en que grandes descubrimientos cambian aquellas reglas y leyes conocidas y aceptadas, abriéndonos nuevas leyes y reglas que establecerán el avance de la ciencia normal, hasta que nuevamente éste círculo se haya cerrado. Aquellas leyes y reglas, las denominó "Paradigmas".

Los Paradigmas, bajo un concepto general son los stándares a los que estamos acostumbrados y que aceptamos libremente como los límites de nuestras acciones y razonamientos. Funcionamos dentro de éstos límites, vivimos dentro de esos límites, pensamos dentro de esos límites y más importante que nada, resolvemos nuestros problemas dentro de esos límites. Vivimos pues, dentro de una burbuja construida por nuestros paradigmas. De ésta forma, los paradigmas realizan dos funciones básicas:

- Establecen límites.
- Nos permiten solucionar problemas dentro de esos límites.

Pero qué sucede cuando aparecen nuevos problemas? Nuestros límites, como lo dice su nombre, nos limitan.
Cultural y socialmente estamos programados para vivir en base a esos paradigmas y lo que sea que esté fuera de esa cárcel mental que nos hemos autotrazado, pasa por lo general como imperceptible, y en la mayoría de los casos como inaceptable.

Sin embargo, los grandes descubrimientos que han llevado al mundo al momento que vivimos en la actualidad, corresponden a la habilidad de un puñado de personas de romper aquellos paradigmas, y más importante aún: Corresponde a la habilidad de un grupo mayor de personas de aceptar los nuevos límites, y las nuevas reglas de juego. Éstos, son los pioneros de paradigmas.

Así, tanto en la ciencia, como en en la vida misma, en la economía doméstica o en la educación de nuestros hijos, la habilidad de romper paradigmas, o de seguir nuevos paradigmas nos convierten inmediatamente en entes en la posibilidad de resolver de mejores formas, nuevas formas, distintas formas, viejos problemas. Y del mismo modo, nos permiten plantearnos nuevos problemas.

En éste primer video, Joel Barker nos muestra un poco sobre la capacidad de ver más allá de lo evidente en relación a los negocios, rompiendo paradigmas.

martes, 20 de enero de 2009

Obama



Y juramentó Obama, aceptó el cargo por el que tanto luchó en Estados Unidos, y hoy le toca bailar con la más fea. Mientras nuestro presidente sigue pensando que es más sencillo y prudente no alarmar a la población en relación a la crisis venidera
(o que ya está entrando en nuestro país), Obama en su discurso
inaugural advierte que las cosas se pondrán peores en el corto plazo,
pero que a la larga, todo se podrá solucionar. Y a mi ese me parece un
mensaje esperanzador y sincero, me parece justo con el mundo (ojo, digo
mundo porque si Estados Unidos se enferma, TODOS estornudamos) que se
nos diga que las cosas no están bien, ni estarán de maravilla ahora que
asumió el poder, ni que tiene la varita mágica que cambiará la historia
económica de su país. Me parece justo también que confíe en las medidas
que adoptará para tratar de darle la vuelta a ésta enorme tortilla de
catástrofes económicas y que diga sinceramente que las cosas estarán
bien, pero a largo, quizá muy largo plazo.

Y es por ésto precisamente que me parece más que prudente, necesario
hacer una advertencia pública a todos aquellos que de alguna u otra
manera dependen de entidades financieras, trabajan en groupos cuyas
centrales se manejan desde el primer mundo, o que simplemente dependen
circunstancialmente de ellas: la cosa se va a poner fea, y tener un
colchón de dinero, o alguna fuente de ingreso extra siempre será una
buena estrategia.

No me dicen "el mago" por gusto. Y tampoco planteo la invención de la
pólvora, sólo quiero hacer hincapié en lo evidente. Vivimos en una
sociedad globalizada, y la pregunta del millón de dólares no debería
ser "en qué quiero trabajar?" sino "de dónde ganaré plata?". Porque la
plata no crece en los árboles. La plata aparece en manos de algunos, y
empieza a rotar globalmente. Lo estratégico y realmente trucoso es
hacer que esa plata que ahora está en rotación en el mundo, esa plata
que pasa de mano en mano, pase en algún momento por las tuyas. Quién te
va a dar plata, cómo y por qué? Esas deberían ser las preguntas que te
tienes que contestar lo más pronto posible, porque pronto, quizá antes
de lo que crees, esa plata estará unas cuantas manos más lejos de tu
alcance de lo que lo está hoy.

Así que plantéense eso, busquen en su sociedad globalizada nuevas formas,
formas alternativas y hasta divertidas de hacer nuevos capitales, de
lograr que el dinero llegue a sus manos, y con las mismas, utilícenlo
sabiamente. Satisfagan necesidades antes de lujos, y no hagan de sus
lujos, necesidades.

Nos encontramos ante un panorama económicamente devastador para el ojo poco
entrenado, pero hay que decir también que, es precisamente en épocas
como éstas que líderes nacen, crecen y la gente se hace rica y hasta
millonaria. Es hora de usar el coco, damas y caballeros.

Oportunidad de negocio

Como bien lo comenta Godoy en Desde el Tercer Piso el enrroque de ministros de Economía nos da que pensar sobre la situación del país. El año pasado tuvimos un crecimiento de 9.8%, y a pesar de la crisis se están tomando las medidas necesarias para que el crecimiento de éste año sea de al menos 6%, éste rango de decrecimiento en el crecimiento (valga la redundancia) nos hace notar que algo no está andando bien, y es lógico tomando en cuenta que el mundo se enfrenta a una de las peores crisis de los últimos tiempos, o que se podría hasta llamar ya, la "Gran crisis del nuevo milenio". Ese 3.8% que estaremos dejando de crecer no puede dejar de notarse a pesar que un crecimiento de 6% (prometido, no necesariamente conseguido) signifique todavía cerrar el libro con dígitos azules.


Pero vayamos por partes, porque la implementación de un plan anticrisis que corresponde a miles de millones de soles para éste año, soles que no estaban destinados a ésto, sino que se contabilizaban como parte de las "ganancias" de los años pasados, no representan más que una inversión de capital que no asegura éxito, sino un intento de salvar el status quo económico del país, para poder maquillar la incipiente crisis nacional y así poder mantener la imagen de estabilidad ante los posibles inversionistas extranjeros que puedan depositar su confianza en la solidez económica de un país que, seamos honestos, depende de esas inversiones extranjeras para seguir siendo económicamente sólido.

Si tomamos un ejemplo bastante sencillo será más fácil de entender. Si tienes una empresa que ganó en los últimos años 100 mil dólares, y que en el año pasado ganó (o creció) 10 mil dólares más, y tu promesa de crecimiento para éste año es de 6 mil, entonces lógicamente tendrás un crecimiento, pero significativamente menor al del año pasado, lo que representará un retroceso para tu empresa. Eso sin contar si tu materia prima de trabajo no subió de precio por la inflación o si tus trabajadores demandan aumentos de sueldo, o se amotinan ante intentos de retenerles los aguinaldos. Pero si aun, para ganar esos 6 mil planificados, has tenido que inyectarle a tu empresa algunos miles de dólares más, de lo ganado anteriormente, entonces... cuál es tu crecimiento real? Básicamente estarás sosteniendo un crecimiento de forma fantasmal.

Obviamente, podría estar totalmente equivocado, y me imagino que me corregirán los expertos, pero éste es el panorama tal como lo veo y entiendo yo.

De ésta forma, insto yo a todos los que tengamos algo de emprendedores encima, que busquemos nuevas alternativas económicas de manejar nuestros capitales, busquemos nuevas fuentes de ingreso y nuevos mercados constantemente para que mediante cierta astucia (y sin dejar de lado un componente de suerte) podamos capear éste tempora económico, porque no todo lo que sale de boca del ministro de economía son flores, y mucho menos de la labia sofista de nuestros líderes.

Actualmente encontramos a la vuelta de la esquina muchas oportunidades de negocios que desechamos constantemente porque "será verdad?", "es demasiado bueno para ser cierto" o porque simplemente "no me veo haciendo eso...". Yo les pido que se tomen unos minutos para observar esas propuestas y estudiarlas detenidamente, porque la belleza yace en el ojo del observador, y siempre, siempre existen oportunidades donde otros ven riesgos y desesperanza. Lo único imperdonable en éste momento, sería "hacer el muertito", meter la cabeza en un agujero y esperar que el peligro pase.

Los saluda
Houdini

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