Feriados y Holidays

Qué buen fin de semana largo el del APEC. Me pude relajar un poco y estar en familia, como hace mucho que no lo hacia.
Se me dio la oportunidad, y me fui de viaje con esos programas todo incluido a Republica Dominicana. Increíble.
Apenas llegamos nos pusieron unos brazaletes y eso era la llave del paraíso, tragos y comida por doquier, pediamos lo que se nos daba en gana; para los hijos, postres y pizzas y para mi mujer y yo, langosta y champagne hasta por gula.
Un éxito el viaje. Como debe ser.
Tambien hicimos deportes acuáticos, paseamos en lancha, con la banana inflable y en waves. Nos hemos divertido como chanchos y lo mejor de todo fue que estabamos en familia, eso es priceless, ni con toda la plata del mundo ni en ningun lugar del mundo se puede estar tan feliz como en familia y yo tuve la suerte de que me pasó, gracias a todo el trabajo y sacrifio que he hecho en estos años y que ahora dan frutos y gracias a que mi trabajo me permite ser el hombre de éxito que siempre quise ser para que a mi familia no le falte nada y disfrute de la vida y sean felices.
No hay nada más gratificante que ver sonreir a mi mujer e hijos, creo que toqué el cielo con las manos.

Y lo mejor de todo, llegar bronceaditos a Lima, cuando todavía el clima no nos indulta.

Otra cosa que me tiene emocionado es la llegada de la navidad. De pequeño jamás fui muy pedigüeño con mis papás porque siempre se me dejó en claro que los regalos serían (en caso hubieran realmente regalos) 100% utilitarios, así que a olvidarse de los soldaditos, de los carritos y ni pensar en las bicicletas, todo eran medias, pijamas y chompas. Hasta gorritos que jamás usé porque tenía la cabeza demasiado grande para mi edad (jajaja).

A raíz de eso, ahora que me encuentro en la posibilidad de brindarles a mis hijos y a mi esposa una navidad más... por utilizar cualquier adjetivo, "de película gringa", también tengo la responsabilidad de inculcarles a mis hijos la importancia y el respeto que se tiene que tener en relación a éstos presentes. Porque tampoco se trata de si los niños se merecen regalos o no. Todos los niños del mundo se los merecen! Se trata de que ellos son afortunados, y tienen que saberlo. Así que ya me ingeniaré alguna forma para hacerles saber y comprender que en ésta vida hay que luchar, y luchar y luchar por los sueños, y nunca perder la sonrisa en el rostro. Porque cuando uno pelea por lo que quiere, la recompensa siempre valdrá la pena.