viernes, 26 de septiembre de 2008

Cebichito y la teoría de la felicidad

Lo genial de poder ser el dueño de tu tiempo, es tener realmente la libertad de tomar decisiones tan poco trascendentales a cada minuto del día como el poder decidir simplemente que hoy día aprovecharás el antojo producto del solcito de mediodía, y te empujarás un cebiche con su Inca Kola más heladita sin menor reparo.


*La foto la saqué de Google porque no tenía la cámara a la mano

Los pequeños placeres de la vida son fruto de la libertad, y contraria a la filosofía poco capitalista o poco consumista de algunas personas, creo yo que la felicidad (basándome en mi propia experiencia y percepción del mundo) es producto del buen uso de la libertad.

Pero libertad, en qué sentido? Pues para mi, la cosa es bastante simple. La libertad de poder salir a caminar si lo deseas, de poder parar en una bodega y comprarte una chocoteja y una coca cola, la libertad de salir de casa porque se te antojó invitar a tu esposa al cine, o llevar a los chicos a comer, la libertad de decir: "éste fin de semana no me muevo de la cama", la franca y fresca libertad de hacer con tu tiempo lo que a ti te de la regalada gana.

Y vamos, conseguir esa clase de libertad, tampoco es tan sencillo. Viviendo en un mundo capitalista como éste, hasta salir a "dar unas vueltas" en el carro cuesta dinero. Y esas vueltecitas te pueden resultar fácilmente en unos 20 soles de gasolina. Y esos 20 soles, para muchos pueden hacer la diferencia.

Y es que en mi medida experiencia de vida, he descubierto que la libertad que uno busca tanto, para poder tener éstas mínimas comodidades en la vida (y digo mínimas, cuando en realidad son tan grandes como uno quiera plantéarselas), sólo la da una cosa en éste mundo: el dinero.

Vamos, no quiero presentarme como un materialista frenético que busca angurriéntamente llenarse de plata. Pero en la vida me ha tocado sudarla duro para poder mantener una familia, y de ésta forma, me he visto en la situación de hacer malabares para encontrar la mejor forma de conseguir la calidad de vida que yo quería no sólo para mi, sino para mi familia.

Cómo hago yo, para que esos 20 soles no me duelan? Cómo? Esa es la respuesta a la cascada de preguntas que he planteado:

-Cómo puedo ser feliz?
Siendo libre.

-Cómo puede ser libre?
Con algo de plata en el bolsillo.

-Cómo consigo algo de plata en el bolsillo?
Esa es la pregunta del millón de dólares. Y probablemente existan múltiples respuestas.

Ya les contaré extensivamente más adelante cada una de mis peripecias en el mundo laboral. Mientras tanto, no quería desviarme mucho del punto, y sólo decirles que si tienen la oportunidad, pues no desperdicien el sol y háganse de un cebichito, que a nadie le hace mal con éste calor darse un gustito.

Y si en la noche hace frío? Qué ricos unos panqueques!

3 comentarios:

Unknown

Gracias por pasar por mi blog! Ahorita -auqnue quisiera- no gozo de esa libertad para sentarme a leer todos los blogs que quisiera, incluyendo el tuyo para conocerte, pero prometo volver pronto con tiempo y comentarios.

slds

El Rojo

Ya lo dijo un sabio alguna vez: "El dinero no hace la felicidad. La felicidad la hace todo lo que puedes comprarte con él."

Y sí, yo también me siento estafado. Sigo esperando los carros voladores.

Dinorider d'Andoandor

La vida sin "gustitos" es insulsa y deprimente. El dinero no dará la felicidad pero ayuda a maquillarla también.

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