Apoyo musical

Desde hace ya varios años vemos en películas y leemos en revistas e internet la importancia que se le da a la música. Cuando tu esposa se embaraza, ponemos auriculares con Mozart o Beethoven en su vientre de forma que podamos estimular a nuestros futuros hijos.

Cuando intentamos seducir a nuestra pareja, algunas canciones funcionan mejor que otras. Cuando manejamos por la carretera a altas velocidades, otro sountrack nos acompaña, y en los embotellamientos, es la música la que nos facilita salir adelante sin terminar asesinando a aquellos que se encuentran bloquéandonos el camino.

Cuando somos jóvenes y nos reunimos, la música nos une, nos hace cantar y eleva nuestro espíritu. Cuando estamos a solas con nuestra esposa, le susurramos una canción al oido. Cuando almorzamos en algún restaurante, escuchamos música que nos abre el apetito y estimula nuestra conversación.

Cuando estamos a solas y necesitamos meditar, escuchamos música que nos calma, que nos inspira. Cuando escribimos, nos dejamos llevar por la música.

Así, nuestra vida está repleta de un soundtrack interminable de canciones que determinan momentos importantes y también rutinarios del día a día. Por lo mismo, por qué no escuchar música cuando trabajas?

Se conoce el mito del grado de concentración, de la necesidad de mantener un enfoque mental en lo que se está haciendo, eliminando potenciales distractores como imágenes llamativas, alternativas de diversión en internet, y música que nos jale la mente hacia derroteros muy alejados de nuestro propósito laboral.

Pero si has decidido ser tu propio jefe, y la música te estimula, aprende a apoyarte en ella, a usarla para motivarte, despertarte y alegrarte. Porque sólo una mente alegre, estimulada y motivada podrá lograr el éxito.

Un consejo del mago.